Kelly Reichardt se suma por primera vez a la recuperación del western. En su viaje hacia el lejano oeste, un conjunto de situaciones difíciles pondrán a prueba la convivencia e incluso la vida de una caravana formada por tres familias y guiada por el explorador Stephen Meek. «Una de las muchas virtudes del film es su fidelidad a 1845 –muy bien perfilada en los detalles–, que, a través de metáforas cuidadosamente articuladas, invita al espectador a trasladar la propuesta a la actualidad» (Peggy Ahwesh).