
29 Feb Americana DOCS
Por primera vez, en esta tercera edición de Americana, tendremos una sección exclusivamente dedicada al cine documental, Americana DOCS, recomendada por Moritz. La formarán cuatro películas de lo más interesante, que junto con Cartel Land de Americana+, nos servirán para poder valorar el gran estado actual de un género que cada vez se está teniendo más en consideración ya no solo por los festivales de todo el mundo, sino también por el público.
Uno de los grandes títulos de los que disponemos es In Jackson Heights, del veterano y muy prestigioso director Frederick Wiseman, la película número 40 de su filmografía desde aquellos inicios en el año 1967 con Titicut Follies. Nacido el 1 de enero de 1930 en Boston y por tanto, a punto de cumplir los 86 años, Wiseman está en la cima de prestigio de su extensa carrera y la película que nos ocupa ya ha podido verse en festivales tan reputados como Venecia, Toronto o Nueva York. Jackson Heights es uno de los barrios culturalmente más diversos del planeta. En este barrio de Nueva York se hablan 167 idiomas y conviven personas de múltiples países y razas con diferente orientación sexual, cultural y religiosa. Wiseman ha escogido esta comunidad por ser un ejemplo de los Estados Unidos como «crisol de razas» desarrollado por sucesivas oleadas de inmigrantes, y aun así, muy sólido frente a los problemas de asimilación, integración y diferencias culturales o religiosas tan comunes en diversas ciudades de todo el mundo. Tras inacabables horas de rodaje, las más de tres horas resultantes nos muestran la auténtica realidad del barrio en estado casi puro, con el mínimo intervencionismo.
Y como el año pasado tendremos una sesión benéfica bajo el título de Americana LOVE, con la proyección de la película Blood Brother, que después de ganar tanto el premio del público como el del jurado hace tres años en Sundance, no se ha podido ver en nuestro país. Y además es un documental que tiene mucho que ver con la causa benéfica a que irá destinado todo lo recaudado: la ONG Sonrisas de Bombay que centra su acción en la lucha contra la pobreza, el respeto a los Derechos Humanos y la igualdad de oportunidades en la ciudad de Bombay. En Blood Brother conoceremos a Rocky Braat, un chico que no tiene la estabilidad emocional que necesita. Siempre ha querido formar una familia, quizás porque la suya de tan desestructurada es casi inexistente y vive con su amigo del alma, Steve. Buscando encontrarse a sí mismo, comienza un viaje por la India sin destino concreto. Una vez allí, el azar le hará cruzarse con un orfanato de niños con SIDA y su vida cambiará radicalmente. Enganchado a sus afectos, sintiéndose útil y pleno por una vez en su vida, Rocky luchará para sacar a los niños adelante. Pero la pobreza y la enfermedad que sufren harán que la situación sea cruda y desesperada en muchos momentos. Una película dura y tierna que nos acerca a aquellos que sin haberlo planificado destinan su vida a ayudar a los demás.
Prophet’s Prey es el nuevo documental de Amy Berg que ya nos había mostrado la cara oscura de la iglesia católica norteamericana en Deliver us from Evil (candidata al Oscar a mejor documental 2006). Warren Jeffs es el líder de la “Iglesia de los santos de los últimos días”. Esta secta evangelista y poligámica de tradición centenaria esconde muchos secretos. Viven en pueblos inexpugnables y tienen su propia ley. Las cosas cambian cuando Jeffs, heredero de un linaje de líderes de la iglesia, es acusado de abuso de menores. La investigación llevará a revelar las partes más oscuras de una organización enorme, llena de paranoia, intereses, idolatrías, mentiras y miedo. Un documental que a modo de thriller nos hace descubrir un mundo inimaginable. La voz del propio Warren Jeffs obtenida de grabaciones secretas nos desgrana sin querer los rincones más inconfesables de su organización. A este cóctel explosivo hay que sumarle la colaboración en la narración y la música de Nick Cave.
Y finalmente, el cuarto documental será America Recycled. Dos hermanos de clase media deciden poner en duda su manera de vivir. Para ello recorren 8.000 quilómetros cruzando los Estados Unidos durante dos años en bicicletas hechas por ellos mismos. En su viaje conviven con okupas, pequeñas comunidades de artistas, comunas homosexuales, gente que huye de la globalización y el camino establecido. Su ruta acaba configurando un puzle de personajes que nos enseñan una manera distinta de afrontar nuestro día a día. Un periplo hacia un mundo más próximo; haciendo hincapié en lo local y en las dificultades que conlleva no aceptar el mundo tal y cómo nos viene dado. La vida como la pensarían Thoreau, Jack Kerouac o Woody Guthrie. Noah y Timothy Hussin viven y nos hacen vivir “otros” Estados Unidos en su primer largometraje. Financiado a través de micromecenazgo en Internet. Sólo 3.290€ para vivir y rodar esta experiencia vital y cinematográfica. Con una fotografía excelente consiguen un retrato sin estridencias ni efectismos. A esto hay que sumarle una banda sonora de gran calidad con música grabada por ellos mismos durante el viaje. Música “natural” para un documental que no intenta hacer preceptos ni moralina de una vida alternativa.